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Los dueños del Zócalo

Por Ricardo Homs

Noviembre 23, 2025 03:00 a.m.

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La marcha de la Generación Z tuvo alto poder de convocatoria, no sólo entre quienes forman parte de esta generación de jóvenes menores de 28 años. También sumó a muchos ciudadanos descontentos por esta crisis de inseguridad y violencia que ya tomaron por símbolo al alcalde asesinado —Carlos Manzo— y a su “Movimiento del Sombrero”.

Sin embargo, la forma en que se reprimió la manifestación deja un amargo sabor de boca, porque parece un Dejá Vu que nos recuerda a “Los Halcones” infiltrados por el mismo gobierno durante la movilización del Jueves de Corpus, del 10 de junio de 1971. Jóvenes que crearon violencia para desacreditar las marchas en contra del gobierno en turno.

Conviene recordar la segunda regla de la manipulación creada por el prestigiado lingüista norteamericano Noam Chomsky: “Crear problemas y luego ofrecer la solución”.

Insertar gente violenta en las marchas convocadas por la oposición y dejarlos operar durante un largo rato, generando daños para dejar testimonio, irritando a la sociedad, para después frenarlos a través de acciones policiacas, representa la estrategia de generar problemas para después ofrecer la solución.

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El ya famoso “bloque negro” -que genera violencia- ha sido tolerado por el gobierno en otras marchas, pero recibiendo repudio ciudadano por ejercer violencia innecesaria.

Incluso ya ha sido filtrada la información de que desde los tiempos de Peña Nieto empezaron a operar grupos de provocadores “anarquistas” que fueron tolerados desde entonces, situación que continúa hasta el momento actual.

En cambio, los que ahora participaron en la marcha del “15N” actuaron convenientemente encerrados entre las vallas del Zócalo y luego fueron controlados sin problema, como si fuesen “de casa”.

Esto ahora provoca sospechas, pues quienes sí fueron detenidos por la policía parecen ser —por sus perfiles de vida— muy diferentes a los que generaron la violencia. Éstos son ciudadanos pacíficos que simplemente participaron en la marcha.

El excelente texto que circula en redes sociales escrito por Alberto Capella —quien inicialmente fue activista ciudadano y después fue funcionario gubernamental del ámbito de seguridad pública—, describe el modo en que las autoridades diseñaron la entrada de esta marcha a la plancha del Zócalo, habiendo él formado parte de este contingente opositor, lo que convierte a su testimonio… en vivencial.

Describe uno a uno los obstáculos que debían sortear los participantes para ingresar a la plancha del Zócalo. El objetivo de las autoridades capitalinas era evitar que una manifestación tan concurrida —que estaba formada por un robusto contingente que iniciaba en Paseo de la Reforma y llegaba hasta el Eje Central—, llegase a su destino para acomodarse en el Zócalo. Este contingente estaba conformado por familias completas, personas mayores, jóvenes y adultos de todas las edades y perfiles.

Sin embargo, la violencia generada por los vándalos dentro del Zócalo provocó confusión y miedo y muchos manifestantes al llegar se retiraban.

Surge la duda. ¿Los del “bloque negro” se metieron en la ratonera antes que los manifestantes… para provocar violencia? Eso sólo lo hace quien se siente protegido.

Por tanto, esta represión no fue en contra del “bloque negro”, sino de manifestantes que fueron detenidos violentamente y hoy están enfrentando un proceso judicial por “intento de homicidio” y otros por “intento de robo”. Incluso varios de los detenidos simplemente pasaban por el lugar, como Gabriel Pérez, funcionario público quien trabaja en el área de finanzas del Gobierno de la Ciudad de México y fue golpeado salvajemente por los policías, detenido, encarcelado y acusado de tentativa de homicidio por el juez.

Otro caso es el de Daniela Toussaint, estudiante, quien simplemente participó de la marcha y grababa con su teléfono. También fue golpeada, encarcelada y juzgada por el juez —originalmente por tentativa de homicidio—, y después se le cambió el delito por impedir la detención de un vándalo. Los otros detenidos sufrieron agresiones similares y siguen en proceso.

¿A usted qué le parece?

(Presidente de la Academia Mexicana de la Comunicación)