Negociaciones en Sharm el Sheij buscan poner fin al conflicto entre Israel y Hamás
Diplomáticos se reúnen en Sharm el Sheij para discutir el fin del conflicto palestino israelí

EL CAIRO (AP) — El principal asesor para Oriente Medio del presidente de Estados Unidos, el primer ministro de Qatar y otros altos funcionarios participaron el miércoles en el tercer día de conversaciones de paz entre Israel y Hamás en un complejo turístico en Egipto, un indicio de que los negociadores intentan profundizar en las cuestiones más complejas de un plan estadounidense para poner fin a la guerra en Gaza.
Hamás dice que procura obtener garantías firmes de los mediadores de que Israel no reanudará su campaña militar en el territorio palestino una vez que el grupo islamista libere a todos los rehenes que siguen allí.
Todas las partes se han mostrado optimistas con respecto a un acuerdo para poner fin a una guerra que ya cumplió dos años, ha dejado decenas de miles palestinos muertos y arrasado con la mayor parte del territorio. Pero aún no se han concretado partes clave del plan de paz, incluido un requerimiento de que Hamás se desarme, el calendario y el alcance de la retirada de las fuerzas israelíes del enclave, y la creación de un organismo internacional para gobernar Gaza cuando Hamás deje el poder.
En una señal de que las conversaciones iban bien, el presidente estadounidense Donald Trump anunció el miércoles que está sopesando viajar a Oriente Medio en cuestión de días.
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"Puede que vaya allí en algún momento hacia el final de la semana", declaró Trump desde la Casa Blanca el miércoles al inaugurar una mesa redonda sobre un asunto diferente. El viaje podría llevarse a cabo el domingo, señaló, y agregó que "las negociaciones van muy bien".
El enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el yerno del presidente, Jared Kushner, llegaron el miércoles a Sharm el Sheij para participar en las conversaciones, al igual que el primer ministro de Qatar, el jeque Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, y Ron Dermer, principal asesor del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Representantes del Frente Popular para la Liberación de Palestina también estuvieron presentes, y se tenía prevista la llegada de una delegación de la Yihad Islámica Palestina —otro grupo miliciano marginal que tiene un número desconocido de rehenes israelíes—, según funcionarios que declararon a condición de guardar el anonimato, ya que no estaban autorizados a hablar con la prensa. Su asistencia subraya el objetivo de las conversaciones de abarcar a todos los grupos palestinos.
Un funcionario palestino indicó que los negociadores lograron avances el miércoles en las garantías de que Israel no reanudará los combates si los rehenes son liberados y en la determinación de los nombres de los prisioneros que serán puestos en libertad.
El funcionario, que habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a declarar públicamente sobre las negociaciones, dijo que Hamás prometió liberar a todos los rehenes que aún están vivos, pero pospondría la devolución de los restos de los rehenes muertos hasta que las condiciones en Gaza lo permitan.
El funcionario no quiso decir qué palestinos quiere Hamás que Israel libere de la cárcel, y agregó que los mediadores le informaron a ambas partes que se debe alcanzar un acuerdo para el viernes. El funcionario indicó que Trump declararía el fin de la guerra una vez que se alcance un acuerdo final.
Dos funcionarios de países árabes señalaron que se lograron avances en las conversaciones del miércoles, y que se podría llegar a un acuerdo en los próximos días. Ambos hablaron a condición de guardar el anonimato porque carecían de autorización para declarar ante la prensa.
El plan de paz de Trump
La propuesta de la Casa Blanca exige un alto el fuego inmediato, al igual que la liberación de los 48 rehenes que siguen en manos de los insurgentes en Gaza desde que Hamás atacó el sur de Israel por sorpresa el 7 de octubre de 2023, lo cual desencadenó la guerra y la devastadora campaña israelí. Se cree que aproximadamente una veintena de los cautivos están vivos.
Además, prevé que Israel retire a sus soldados de Gaza después de que Hamás se desarme, y el ingreso de una fuerza internacional de seguridad. El territorio quedaría bajo gobernanza internacional, supervisado por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair.
El presidente de Egipto, Abdel-Fattah el-Sissi, dijo en declaraciones televisadas el miércoles que, por el momento, las negociaciones eran "muy alentadoras".
Netanyahu ya aceptó el plan de Trump. Su oficina indicó el martes que Israel estaba "cautelosamente optimista", y dijo que las conversaciones versaban sobre negociaciones técnicas de un plan que ambas partes ya habían aprobado.
En un comunicado emitido el martes, Hamás reiteró sus añejas exigencias de que haya un alto el fuego duradero y un retiro total de Israel de Gaza, pero no dijo nada sobre desarme, una medida a la que se ha resistido durante mucho tiempo. También se ha pronunciado en contra de la idea de un gobierno internacional, aunque ha aceptado que no desempeñará ningún papel en el gobierno de Gaza después de la guerra.
En declaraciones desde Sharm el Sheij, el principal negociador del grupo, Jalil al Hayya, dijo a la televisora egipcia Qahera que Hamás quería garantías firmes de Trump y los mediadores de que la guerra "no volverá". Esta parecía ser su primera presentación pública desde que un ataque israelí el mes pasado, dirigido contra él y otros líderes del grupo islamista en Qatar, dejó seis muertos, incluidos su hijo y el director de su oficina.
Israel y Hamás acordaron un alto el fuego en enero que supuso la liberación de algunos rehenes israelíes a cambio de palestinos encarcelados por Israel. Según ese pacto —en cuya negociación Trump y Witkoff desempeñaron un papel destacado— las dos partes debían iniciar entonces contactos sobre una tregua a largo plazo, el retiro israelí y la puesta en libertad de todos los cautivos.
Pero Israel rompió el alto el fuego en marzo y reanudó su campaña de bombardeos y ofensivas, alegando que su objetivo era presionar a Hamás para la liberación de los rehenes restantes.
Las rondas previas de negociaciones han fracasado frecuentemente debido al mismo obstáculo: Hamás exige garantías de que la guerra llegará a su fin, y Netanyahu promete seguir luchando hasta que el grupo sea destruido. El plan de Trump intenta resolver todos los problemas a la vez, estableciendo el desarme de Hamás y un escenario de postguerra para gobernar el territorio con disposiciones para una campaña masiva de reconstrucción.
Rezando por un acuerdo
En el ataque encabezado por Hamás hace dos años, milicianos ingresaron al sur de Israel y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, además de tomar a otras 251 como rehenes. Desde entonces la mayoría de ellas han sido liberadas en acuerdos de alto el fuego o de otro tipo.
Un número cada vez mayor de expertos, incluidos los designados por un organismo de Naciones Unidas, dicen que la ofensiva de Israel en Gaza equivale a un genocidio, acusación que el gobierno israelí rechaza. Más de 67.000 palestinos han perdido la vida en el territorio y casi 170.000 resultaron heridos, según el Ministerio de Salud gazatí.
El ministerio —que no distingue entre víctimas civiles y combatientes en sus cifras, pero sostiene que aproximadamente la mitad son mujeres y niños—, forma parte del gobierno dirigido por Hamás. La ONU y muchos expertos independientes consideran que sus cifras son la estimación más confiable de las bajas en la guerra.
El ministerio indicó el miércoles que los cuerpos de 10 personas muertas por ataques israelíes habían sido trasladados a hospitales locales en las últimas 24 horas.
En la Franja de Gaza, donde gran parte del territorio está en ruinas, los palestinos están desesperados para que se logre un avance definitivo. Miles que huyen de la más reciente ofensiva terrestre israelí en el norte del enclave y en Ciudad de Gaza han instalado carpas improvisadas a lo largo de la playa en la parte central del territorio, y a veces usan mantas para refugiarse.
Sara Rihan, una mujer desplazada de Jabaliya, señaló que reza para que la guerra llegue a su fin. "Espero que podamos regresar a nuestros hogares, incluso si no hay hogares", apuntó. "Nuestra existencia en nuestra tierra es la mayor felicidad para nosotros".
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