Bruselas, rebelde

Bruselas, la capital de Bélgica, aclara las aparentes contradicciones entre todo lo antiguo, histórico, ultra moderno, multicultural y turístico de la Europa actual. De hecho, Bruxelles o Brussel, según de cuál de los idiomas oficiales se trate, Flamenco, Holandes, Alemán o Francés (Que causan tanta confusión en los GPS de los turistas) es la capital de facto de la Unión Europea, además también sede de la OTAN. Por si fuera poco, cada verano, sus festivales musicales y sus mil tipos de cervezas diferentes, atraen a enormes cantidades de visitantes en un equivalente al “Spring Break” de jóvenes norteamericanos en México. Se tiene a Bélgica como el país donde se inventaron las papas a la francesa, así como es famoso por sus Chocolates y waffles con helado. Cerca de Bruselas se encuentra la ciudad más pequeña del mundo: Little Europe, una copia a escala de más de 80 ciudades europeas para aquellos turistas que solo desean tomar fotos y selfis frente a los monumentos, castillos o iglesias típicas de cada ciudad para presumir a sus amigos.
Con tantas instituciones políticas presentes en la ciudad, ocurren manifestaciones y protestas contra los conflictos de moda en el mundo. Tal vez por eso el símbolo de la Ciudad es un niño haciendo pipi. (Manneken pis) el cual, según cada festividad, luce un traje diferente a su medida. Este carácter rebelde, en Bélgica y en toda Europa, han comenzado a relegar los monumentos ecuestres de generales que glorificaban la guerra y al ejército. (Se considera que el objetivo era promover el reclutamiento y la guerra) Conscientes de que todas las guerras, desde antes de Napoleón hasta la actual en Ucrania, han sido algo así como intentos de suicidio de toda Europa y de nuestra cultura occidental. Estos dañinos orgullos nacionalistas junto a los enormes egos de los generales en las guerras, son expuestos en películas como “Sendero de Gloria” y “ Cara de guerra” ambas de Stanley Kubrick y la novela de Erich María Remarque: “Sin novedad en el frente” Las que recomiendo ver y leer.
? “Little Europe” la ciudad más pequeña el mundo con calles y monumentos a escala, de los principales destinos turísticos del continente, puede tomarse como un merecido sarcasmo al turismo snob, o al intento de conocer quince ciudades en diez días y fotografiarse frente a monumentos clásicos solo para presumir ante los amigos sin llegar realmente a conocer nada.
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
? Se dice que el Manneken pis salvó a la ciudad al apagar de esta manera la mecha de una carga explosiva dejada en una calle.
Naturalmente existe otra versión: de que quien lo hizo fue un perrito, por lo cual se hizo otra escultura ahora del animalito.
La enorme afluencia de turistas en muchas ciudades europeas causa que los habitantes se quejen pues los visitantes hacen encarecer los precios de todo, mientras las ganancias solo van a las empresas relacionadas al turismo, el cual ha aumentado enormemente por los nuevos visitantes chinos, debido al enorme crecimiento económico de ese país. Por si fuera poco, muchos gobiernos autorizaron la entrada a cientos de miles de refugiados afectados por las guerras. A quienes se subvenciona su alimentación, salud y educación a costa de los impuestos de los ciudadanos. Así como visas de trabajo que disminuyen el salario mínimo de los locales. Las grandes poblaciones de estas nuevas “minorías” se han ubicado en barrios donde mantienen su idioma, costumbres y tradiciones que muchas veces entran en conflicto con las locales. Por ejemplo, las familias extendidas donde experiencias y consejos fluyen entre todos sus integrantes contrastan con la solitaria aventura que emprenden los jóvenes occidentales al abandonar el hogar paterno para asistir a la universidad o trabajo.
? La opinión de los ciudadanos es que las autoridades de toda ciudad deben tener empatía real y mostrar amor por la ecología y los animales y menos amor al poder político o económico.
Este modo social, individual, “libre e independiente” visto como un ideal de primer mundo, igualmente produce muchas carencias afectivas e inseguridades emocionales, usualmente manejados entre los miembros de una familia extendida multigeneracional. Tal vez demasiada libertad no es buena para la psique humana.
También en el primer mundo contrasta la preocupación por el medio ambiente y ecología de parte de las autoridades, con la indiferencia mostrada en la práctica con animales silvestres y urbanos, como palomas, grajillas o urracas de las ciudades. E incluso en animales de compañía a quienes, a pesar de satisfacerlos en sus necesidades primarias, no son comprendidos en su comportamiento y necesidades emocionales, de pertenecer a una familia a su “manada” pues solo son controlados y condicionados para “portarse bien”. Las sociedades llamadas de primer mundo también pueden equivocarse, la búsqueda de la eficiencia y perfección podría ser deshumanizante. Vale la pena observar la conclusión de metas y programas de desarrollo para evaluar si valieron la pena desde el punto de vista de los individuos. Me refiero a la felicidad producida a corto, mediano y largo plazo de los habitantes del país.
Les dejo el consejo de siempre, antes de ir a Europa no olviden entender los lugares a visitar, sea en videos turísticos de Youtube o en guías oficiales y no dejen de escuchar a Angèle con “Bruxelles Je t’aime” .
no te pierdas estas noticias















