A-generacional
Asistí a la marcha aun cuando pertenezco a una generación que no entra en ninguna etiqueta ni letra del alfabeto. Estoy lo suficientemente entrada en años como para no pretender ser parte de la GZ, pero sentí que era mi deber estar ahí: respaldar a ésta y a cualquier generación violentada, en un país donde la violencia adopta formas cada vez más diversas y atroces.
Nuestro agravio no es nuevo. Lo hemos vivido bajo gobiernos que se autoproclamaron la "dictadura perfecta" y también bajo izquierdas que, equivocadamente, se autonombran humanistas y defensoras del "pueblo" mientras repiten viejas prácticas. No hace falta enumerar lo que sucede cada día en México para justificar esta movilización. Estamos al borde del precipicio en un vehículo conducido por alguien ciego, sordo y mudo.
No diré nada que no se haya leído ya en medios o redes. Solo quiero reafirmar que soy parte de ese pueblo que se siente profundamente agraviado por los niveles de corrupción y violencia que las autoridades han permitido y siguen permitiendo en nuestro propio suelo.
No necesitamos más muertos —ni alcaldes, ni diputados, ni estudiantes—.
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
No queremos que se siga tolerando el cobro de derecho de piso.
No queremos que se sigan enriqueciendo con recursos públicos.
No queremos alargar un etcétera que se ha vuelto una letanía diaria.
Lo que sí queremos es autoridades que entiendan que son servidores públicos, encargados de velar por el bien común. No figuras que protejan intereses partidistas o personales, ni que cedan a la seducción del crimen organizado.
No hay manera de resumir en una cuartilla todas las obligaciones que han abandonado por ambición de poder y por sostenerse sobre una plataforma moral débil y a punto de desmoronarse. Pero basta recordar lo esencial: el poder se les otorga para servir, no para servirse.
Esto no va de generaciones. Lo que está ocurriendo nos atraviesa a todos: jóvenes, adultos, mayores. Como mexicanos, el golpe es común.
Por eso, y a pesar de las críticas, seguiré apoyando cualquier marcha que busque exigir el fin de la violencia y la corrupción que hoy asfixian a nuestro país, venga de la generación que venga.









