Día Nacional del Libro
Este miércoles es Día Nacional del Libro y la Lectura, en honor a Sor Juana Inés de la Cruz, nuestra Décima Musa. Si el uso de programas computacionales y de la publicación en línea cambió mucho nuestra forma de escribir, de publicar y de leer, hoy se agudiza el cambio con el uso de inteligencias artificales (IA), la “farandulización” de la escritura y los muchos plagios que permite el estar conectados (casi) todo el tiempo.
El libro no es la única vía de goce literario, pero es una de las mejores. La palabra escrita tiene su técnica y su arte, es otro ritmo que el de la palabra hablada. Y la lectura no puede ser obligatoria, su goce puede ser imitado hasta volverse casi una adicción. El único vicio sin castigo, ya se ha dicho.
¿Ustedes qué han leído últimamente? ¿Cuál es su libro favorito?
Como cada año, les invito a participar en nuestra lista de YouTube sobre el Día Nacional del Libro. Recibiremos videos de uno a cinco minutos hasta el martes. Puede ser un texto propio, una recomendación de lectura, una dramatización o un videopoema. La idea es publicarlos el miércoles a primera hora.
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También esta semana regalaremos varios libros en talleres y plazas, y pondremos en descuento algunos ejemplares que hemos editado. La idea es promover la lectura y qué mejor que con el ejemplo: vámonos a leer a alguna plaza, al transporte público, al café. Si los más jóvenes ven cómo disfrutamos del libro, cómo lo platicamos, será más fácil que les entre la curiosidad por conocer mundos en las letras impresas.
Encontré esto de Nuria Amat: “Vivimos en un sistema dedicado a producir libros como máquinas tragaperras de lectura. La máquina-libro ha devorado el lenguaje literario. La esencia de la literatura, su inmortalidad. Este fenómeno, la muerte del lenguaje, importa a muy pocos”.
En su informe La huella ambiental del libro, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc) habla del impacto ambiental de la producción de libros en Colombia al analizar el consumo de agua, de energía eléctrica, químicos para entintar o preparar planchas, plastificados y transportación y otros pasos del proceso. en cuanto al papel, por ejemplo, dice: «si bien el papel reciclado reduce el uso de madera y tiene una menor huella de carbono, su procesamiento también implica consumos energéticos y químicos que pueden incrementar otros impactos». La producción de un libro equivale a seis kilómetros en automóvil, una computadora encendida durante 40 horas y al consumo de agura durante una ducha de siete minutos.
Y añaden: «“el impacto ambiental del mundo del libro no es de los más elevados, pero su impacto social sí”. De ahí que asumir el compromiso de medir, mitigar y comunicar los efectos ambientales de la producción y circulación del libro pueda convertirse en un ejemplo de considerable repercusión».
Bibliotecas las hay estatales y municipales, con personal que a veces es conocedor entusiasta de lo que tienen en los anaqueles. También hay muchos círculos y salas de lectura, en instituciones y en casas habitación. Editoriales hay varias interesantes en nuestro estado; de las que se me vienen ahorita a la mente están Aimé, Crisálida, EnEspiral, Índice, Letra Púrpura, Littera, Salto al Reverso y Vocho Amarillo. Por supuesto, hay muchas personas que se autoeditan, o tienen sus libros en Amazon y otras plataformas librescas. Hay artistas de la historieta y del fanzine, de los libros cartoneros y del videolibro.
Desde 1997, como Servicios Editoriales Debajo del Agua, un servidor y algunos colegas ofrecemos apoyo de diseño, reescritura, corrección y asesoría a instituciones y personas para la publicación de libros y otros productos literarios y académicos. Algunas de nuestras más recientes publicaciones han sido bajo el sello editorial Delirio del Agua, pueden ver el catálogo en mi blog.
En una ciudad en la que se generaron revistas de alcance nacional, es triste que actualmente (no sé de otra, si alguien sabe, dígame) solo subsiste La Corriente, sobre historia regional, que recién sacó a la luz su número 90. En cuanto a librerías, tenemos en San Luis Potosí, entre otras, a La Española, Ochoa, Cool Kids, Asteroide B612, Letrasconmás, Merlín, Gonvill y Gandhi.
Estamos hechos de sueños, de hubieras y ojalás. La lectura y la escritura son vías para acceder a otras vidas, a otros mundos.
Gracias por leerme. Feliz día, felices libros.
http://alexandroroque.blogspot.com
Correo: debajodelagua@gmail.com









